Ciao Kobe, hasta siempre
Eterno Kobe
Querría no tener que estar escribiendo esto, pero desgraciadamente es así y no hay marcha atrás. El pasado día 26 de enero de 2020, la superestrella de los Lakers y la selección estadounidense de baloncesto Kobe Bryant nos dejaba a los 41 años en un terrible accidente de helicóptero cuando se dirigía a llevar a su hija a un entrenamiento con su equipo, del cual él era entrenador. En este fatídico suceso, también ha perdido la vida una de sus hijas, Gianna, de sólo 13 años y otras 7 personas, entre ellas una familia y el piloto de la aeronave.
Multitud de personalidades del mundo del deporte, y que fueron compañeros del propio Kobe, como Shaquille O'Neal, su gran amigo Pau Gasol, Lebron James, con el que también tenía una estrecha amistad, o Michael Jordan, pero también del fútbol, como Ronaldinho o Iker Casillas, han querido despedirse de él recordando siempre lo buen compañero que era o sus ganas de ser mejor siempre.
Pero a él no le hubiera gustado que le recordáramos tristes, sino siempre con una sonrisa, tal y como era en la pista con sus compañeros y fuera de ella con su familia, con la amabilidad y el carisma que dejaba en todos aquellos sitios que pisaba y que toda la gente que le conoció recuerda con tanta estima ya nunca olvidará. Adoraba la vida y decía que había que aprovecharla al máximo y disfrutar.
Su amor por el baloncesto comienza ya desde niño, pues su padre Joe jugó durante muchos años en Italia y fue donde se crió junto a sus hermanas durante su infancia. Además, gracias a ello, aprendió a hablar italiano y español de forma bastante fluida. Pero a Kobe también le encantaba el fútbol, pues ha confesado en multitud de ocasiones ser fan del Barcelona y el Milan y un fiel admirador de Rijkaard y Ronaldinho, que tiempo después se convertiría en uno de sus muchos amigos en el mundo del fútbol.
En 1996, llega a los Charlotte Hornets, siendo seleccionado como el número 13 del draft y, poco tiempo después, traspasado a los Angeles Lakers, donde tiempo después se convertiría en una de las mayores leyendas de la historia del baloncesto en Estados Unidos y en el mundo.
Querría no tener que estar escribiendo esto, pero desgraciadamente es así y no hay marcha atrás. El pasado día 26 de enero de 2020, la superestrella de los Lakers y la selección estadounidense de baloncesto Kobe Bryant nos dejaba a los 41 años en un terrible accidente de helicóptero cuando se dirigía a llevar a su hija a un entrenamiento con su equipo, del cual él era entrenador. En este fatídico suceso, también ha perdido la vida una de sus hijas, Gianna, de sólo 13 años y otras 7 personas, entre ellas una familia y el piloto de la aeronave.
Multitud de personalidades del mundo del deporte, y que fueron compañeros del propio Kobe, como Shaquille O'Neal, su gran amigo Pau Gasol, Lebron James, con el que también tenía una estrecha amistad, o Michael Jordan, pero también del fútbol, como Ronaldinho o Iker Casillas, han querido despedirse de él recordando siempre lo buen compañero que era o sus ganas de ser mejor siempre.
Pero a él no le hubiera gustado que le recordáramos tristes, sino siempre con una sonrisa, tal y como era en la pista con sus compañeros y fuera de ella con su familia, con la amabilidad y el carisma que dejaba en todos aquellos sitios que pisaba y que toda la gente que le conoció recuerda con tanta estima ya nunca olvidará. Adoraba la vida y decía que había que aprovecharla al máximo y disfrutar.
Su amor por el baloncesto comienza ya desde niño, pues su padre Joe jugó durante muchos años en Italia y fue donde se crió junto a sus hermanas durante su infancia. Además, gracias a ello, aprendió a hablar italiano y español de forma bastante fluida. Pero a Kobe también le encantaba el fútbol, pues ha confesado en multitud de ocasiones ser fan del Barcelona y el Milan y un fiel admirador de Rijkaard y Ronaldinho, que tiempo después se convertiría en uno de sus muchos amigos en el mundo del fútbol.
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